viernes, 13 de abril de 2012

TITANIC en 3D

Vistes años atrás algún documental en 3D y quedaste impresionada. Por lo que, en cuanto ves anunciada la película Titanic en formato 3D, piensas que habría que verla y vivir esa experiencia.  Revivir ese hundimiento que tanto te había conmovido, de una forma más real.
Joder… ¡Y tan real!
Decides ir en la sesión nocturna. Lo crees más apropiado. Estará más tranquilo, sin tanto bullicio.
En la entrada de la sala te entregan las gafas 3D y un pequeño sobrecito que parece ser una de esas toallitas húmedas.
Entras en la sala, te sientas, como siempre, en una de las primeras filas, para sumergirte intensamente en el argumento de la película… Nunca mejor dicho.
Coges la toallita húmeda y te la quedas mirando mientras piensas - ¿Una toallita? ¿para qué? ¿si no he comido marisco? - No lo entiendes, y la dejas a un lado.
Te pones las gafas.
Empieza la película.
Titanic.
Y sucumbes a la fascinación.
Ya no estás en un cine, estás allí metida. A ratos, en el interior de un inmenso y lujoso barco, a ratos, inmersa en las profundidades del océano observando las ruinas de ese mismo barco.
En las escenas submarinas de inspección del Titanic hundido, todas las burbujas de agua van a parar directamente a tu cara, guarreándote las gafas… - ¡Andá, la toallita! -.
No sabes cómo, pero te han invitado a una lujosa cena en un comedor espectacular. Y te ves sentada a la mesa del Capitán, mirando tu plato, y los doscientos millones de tenedores.
–¡Ya estamos! – Pero recuerdas que lo correcto siempre es de fuera a dentro, del más lejano al plato, al más cercano, y una encantadora Kathy Bates te lo confirma.
- El vino está exquisito –suerte que no he cenado en casa porque me estoy poniendo ciega-.
Pero en un momento lo estás quemando todo. Bajamos a la zona de tercera clase donde están disfrutando de una música folk de lo más animada, y los pies se te van solos.
Después, salimos fuera, a cubierta. Hay una calma extraordinaria. Un cielo estrellado impresionante… Pero esa paz queda truncada. Chocamos con un iceberg. - Uy, ¿me ha salpicado?-
Comienza a entrar agua a borbotones por todas partes. Y no paras de ir de aquí para allá, escaleras para arriba, escaleras para abajo…. Y agua… Y más agua.
Notas frío, sientes humedad. Empiezas a palparte y a sobarte. - ¿Me estoy mojando? –.
Y va a más y a más, y el barco se acaba hundiendo. – ¡Qué putada! Con la pasta que me había costado el billete… ¡Toda mi ropa y zapatos a tomar por saco! –.
Después de dos horas de estrés, se queda todo calmado. Estás flotando en el mar helado.
- ¿Me habré muerto? ¡Mierda! No me puse el salvavidas antes de salir de casa… Estos cabrones te dan unas gafas y una toallita y se olvidan de lo más importante…
Ves una luz. Una barca se va acercando en la búsqueda de supervivientes.
Tienes frío, pero notas tu aliento…. Y empiezas a chillar : - ¡Estoy aquí! ¡Estoy aquí!
La respuesta inminente es un estallido de carcajadas que te devuelve por un segundo a la realidad.
Pero te recogen en la barca, te dan una manta para entrar en calor.... - ¡Por fin! ¡Me salvé!-
 
Durante un rato te sientes salvada, pero lo peor estaba por llegar. La realidad supera la ficción, eso dicen, y bien cierto es.
Los innumerables litros de agua de la película, en salir del cine, ahora caían del cielo.
¡Qué manera de llover!
Te quedas en la puerta, sospesando qué hacer y se te acerca un señor por detrás.
- Lo siento señorita pero es que tengo que cerrar - te dice.
- En qué momento me decidí por la sesión nocturna. Son la una de la madrugada, ¡no queda ni un alma en la calle! – Te lamentas, mientras piensas decirle al señor, - Caballero, ¿sería tan amable de acercarme a casa en su flamante coche?, es que … se me ocurrió venir en moto y ya ve la que está cayendo – .
La lluvia no cesa.
Te armas de valor y tomas la decisión de volver a casa tal y como viniste al cine. ¡A ver qué remedio!
La moto, evidentemente, no arranca a la primera.

Y empiezas la marcha de vuelta a casa.
No ves nada. La lluvia en la cara te ciega. Tendría narices haber sobrevivido al hundimiento del Titanic, para ahora caerte de la moto y ahogarte en un charco.
Finalmente, llegas a casa, tal cual como salida del mismísimo océano. Las botas, los pantalones y el abrigo… chorreando….La cara, congelada.
Y acabas…. Mojada, temblando de frío, en el sofá, con una manta por encima y un vaso de leche hirviendo…. ¿te puedes llegar a parecer más a Kate Winslet en Titanic?
¡Vaya tela con el 3D!

  

Titanic: La última palabra de James Cameron


<<Es el momento de ceder el testigo y pasar a nuevos retos.

Pero nunca dejaré de pensar en el Titanic.
Para mí, es mucho más que un simple ejercicio de arqueología forense.  
La parábola del Titanic remite a la arrogancia, a la prepotencia. En la sensación de que somos demasiados grandes para fracasar.
¿No es la historia de siempre?

Había una vez una gran máquina, un sistema humano que avanzaba tanto y con tanto impulso que no pudo girar, no pudo detenerse a tiempo para evitar el desastre.
 
Es lo que está pasando ahora.
 
El sistema humano que viajaba a bordo de ese barco,  puede representar un microcosmos del mundo, con sus distintas clases: la primera clase, la segunda clase, la tercera clase.
El mundo en que vivimos ahora tiene países desarrollados y países en desarrollo. Tiene millones de personas que se mueren de hambre, que serán las más afectadas por el próximo iceberg con el que chocaremos, que será el cambio climático.
Podemos ver ese iceberg justo delante de nosotros, pero no podemos girar.
No podemos girar por la inercia del sistema, la inercia política, la inercia económica.
Hay demasiada gente ganando dinero con ese sistema, gracias a la forma en que funciona el sistema. Esa gente tiene en sus manos las palancas del poder y no está dispuesta a soltarlas. Hasta que no lo haga no podremos girar y evitar ese iceberg.
Vamos a chocar con él.
Y cuando choquemos con él, los ricos seguirán teniendo acceso a la comida, a la tierra cultivable, al agua y a lo demás.
Serán los pobres, los que viajan en tercera, los que sufran el impacto como sucedió en el Titanic.

Creo que por eso esta historia fascina tanto a la gente. Porque encapsula perfectamente al mundo y todos los espectros sociales en pequeño.
Pero hasta que nuestras vidas corran un peligro real, hasta el momento de la verdad, no sabremos lo que habríamos hecho.
 
Ésa, es mi última palabra.>>

James Cameron