SOBRE MÍ

Cómo me gusta escuchar el ruido que hacen las teclas del portátil al escribir. Es un ruidito muy cercano, incluso entrañable, que siempre me ha gustado. Me atrevería a decir que incluso más, que el ruido del disparador de una cámara fotográfica.
Y no es casualidad, los dos sonidos forman parte de algo muy especial en mí, porque están relacionados con dos de mis grandes pasiones: escribir y fotografiar. 
Otra pasión, el cine.

La primera vez que ví la película "Náufrago", escribí mis primeras palabras: “Todos somos náufragos en nuestra propia isla”.

Se podría decir de esta película, de una forma "algo" sintetizada, que la protagoniza un brillante Tom Hanks en el papel de Chuck, un empleado de una empresa de Correo Express que se pasa la vida viajando. Está enamorado de mi adorable Helen Hunt en el papel de Kelly. Se quieren, se quieren mucho, de esa forma que no todo el mundo consigue alcanzar. Una nochebuena en la que él, de una forma original, dulce y sutil le pide en matrimonio, debe coger un avión de esos de tantos que cogía habitualmente. Al despedirse de Kelly, le susurra "No tardaré en volver", una frase que ella no olvidaría nunca porque tarda cuatro largos años en hacerlo. Su avión se estrella en el océano, dejando a Chuck naufragando hacía una isla desierta del Pacífico.
La desesperación de Chuck durante todos esos años le lleva incluso a intentar el suicidio, pero decide sobrevivir, explicándoselo a su íntimo y único amigo Wilson, una pelota a la que le ha pintado rostro para evitar sentirse tan solo.
Finalmente construye algo parecido a una barca, con unas planchas del avión estrellado que llegan a la orilla y decide echarse al mar. Cuando ya prácticamente no le queda aliento, un inmenso barco da con él, mientras agonizando, no cesa en pronunciar el nombre de su amada.
Al regresar a su ciudad, se encuentra con Kelly, casada con su dentista y con un bebé.
Se siente triste, muy triste, porque la perdió hacía cuatro años y ahora la volvía a perder. Pero seguiría haciendo aquello a lo que en los últimos años ya se había acostumbrado: sobrevivir y respirar. Conocía esa sensación, pero también sabía que al día siguiente siempre vuelve a amanecer y nunca se sabe lo que nos puede traer la marea.

Esto podría ser una síntesis argumental de la película, seguro que mejorable.
Pero…
Para mí, hay algo más. Esta película para mí, es una metáfora de la vida.

No somos nadie, pero en realidad somos lo más importante y lo único para cada uno de nosotros. La vida de cada uno es una isla, y nosotros el náufrago que vive en ella. Nos encontramos mejor o peor en ella, dependiendo de lo que nos trae la marea, de cómo lo aprovechamos, de cómo lo asumimos, de cómo nos adaptamos, en definitiva, de cómo lo vivimos.
Estamos solos en nuestra isla, sólo pertenecemos a ella y nada ni nadie nos pertenece a nosotros, porque los demás, se deben a la suya.

Somos personas libres que las distintas sociedades nos inculcan ataduras que admitimos de una forma automática, perdiendo así nuestra libertad.
Nos creemos pertenecer a una pareja, a una familia, a unos amigos, a una empresa, a un hogar, a una ciudad. Nos creemos que todo esto nos pertenece, pero de una forma trágica, todo podría desaparecer de nuestra vida. De hecho, de una forma más medida y más o menos asumida, nos consta que algunas van a desaparecer, y lo harán para substituirse por otras, o peor aún, para dejarnos un vacío insustituible.

Es curioso, muy curioso, como nos aferramos a este afán por conseguir pertenencias. Incluso hay personas que se obsesionan por mejorar la calidad de las pertenencias o la cantidad de ellas, y se valoran o valoran, en base a ellas.

Somos personas libres, pero nos cuesta aceptarlo, porque si aceptamos nuestra libertad, esto implica, tener que aceptar la de los demás.






Yo soy Carme, la náufraga de esta isla....y me gusta mucho disfrutar de mi libertad. 
Intento vivir con intensidad y respeto, deteniéndome cuando la magia se cruza en mi camino.   
¿Y por qué escribir un blog? 
Pues fue un amigo, trascendental en mi vida, que me dijo un día, ya hace tiempo : "Carme, no deberías dejar dentro de ti todo lo que tienes. Sería fantástico que lo compartieras. ¿Por qué no creas un blog?".
Al final le hice caso, y aquí estoy, compartiendo. 
Mis escritos. Mis poemas y relatos cortos. 
Mis reflexiones, pensamientos y opiniones sobre aquello que me haya provocado un sentimiento. 
Citas de otros autores que me hacen vibrar. 
Y las fotografías de mis viajes que tanto me apasionan y de los que siempre vuelvo enriquecida.


Te doy la bienvenida a mi isla. 
Invitarte a que te pases cuando quieras.
Eso sí, recuerda de venir con ropa ligera, que por aquí siempre hace buen tiempo.