Hay qué joderse... ¡Se me murió la tele!
Y cómo tenía casi quince años (sí, sí, de esas culonas, culonas), pues no estás puesta al día. Y recuerdas cuando te la comprastes... Entonces era fácil...
Pero no te queda más remedio, y te vas a la aventura de comprarte una tele.
- Buenas tardes.
- Buenas tardes.
El vendedor ya te mira con una sonrisa especial porque te ve situada en la "Zona Teles", o sea, que vas a dejarte en la compra algo más de 50 euros por un MP3.
- ¿Le puedo ayudar?
- Pues sí, gracias. Querría comprar una tele.
- ¡Estupendo! ¿Y cómo la quiere?
- Pues no sé... ¿qué se vea bien? -respondes rezando haber acertado en la respuesta.
- Me refiero a si la quiere de 32,37,40, 42 o más...
- ¡Supongo que no se referirá a la edad, porque la mía es de quince y acaba de palmar! -vas pensando mientras mueves la cabeza a ambos lados visionando todas las teles e intentando descifrar a qué se referirá.
Al no contestarle, te señala una.
- Ésta es de 32 pulgadas y aquélla de 37 -dice-, ¿cómo lo ve? ¿qué espació tiene?
Bien, ahora ya le sigues. Se refiere al tamaño. ¿Y no hubiese sido más fácil que me preguntara por 70,80,90 ó 100 centímetros?
- La mesa donde va a ir colocada es de 90, y tengo un espacio entre el mueble de 120 -finalmente contestas.
- Uy, pues tiene usted espacio suficiente, puede coger hasta una de 42 -dice contento, mientras vas divisando una enorme plateada al fondo, que de elegirla, tendrías que irte a vivir a casa del vecino.
Parece que el tamaño se va encaminando entre 37 ó 40, descartando la de 42, porque quedaría muy encajonada en el mueble, diga lo que diga el vendedor.
- ¿Y qué prefiere? ¿Plasma, LCD, LED...? -pregunta de nuevo.
Se te abren los ojos como platos, sin dejar de mirarle, mientras piensas si ese chico realmente te está vendiendo una tele o algún tipo de droga dura. Pero en seguida te hace toda una comparativa entre ellas en herzios, contraste y nitidez, por lo que deduces que te está hablando de la calidad.
Con su explicación y consejos, te decides por una LED, y te lleva delante de una Sony, que es LED, de 100Hz. Pero ya flipas cuando te dice que ésta tiene hasta internet integrada.
- ¿Internet? ¡pero si hace dos días sólo lo tenían los ordenadores! Me consta que ahora tambien lo tienen los móviles pero ... ¿la tele? -te preguntas mientras te imaginas que en breve el señor Wikipedia saldrá del despertador cada mañana dándote la onomástica del día.
Pero al final, la eliges, aunque sale de tu presupuesto marcado, pero te hace un buen descuento.
- El transporte sería para el próximo viernes, ¿le va a usted bien? -te pregunta la chica que te toma la comanda.
- Sí, perfecto, pero ¿podría ser a partir de las 15h?
- Tranquila señorita, le pondremos en la última de la cola, de la ruta de la tarde. No se preocupe...
Suerte que iba la última porque a las 14h ya me estaban llamando.
- Señorita, ¿dónde está usted? Estamos en su casa pero no hay nadie.
- No te jode, pues trabajando, ¿de dónde te crees que saco la pasta para pagarte la tele? -tentada estás de contestarle, pero eres educada- Ya había avisado cuando hice la comanda que tenía que ser a partir de las 15h, porque estoy trabajando hasta esa hora. Por favor, espérenme que saldré puntual. -dices mientras te cabreas pensando que para qué preguntan, si luego hacen lo que quieren; sería más fácil que te dijeran que te tomes el día libre en el trabajo, que ellos ya vendrán cuando les salga de los huevos.
Los técnicos, bien. Te montan la tele, te la instalan y te la dejan conectada con todos los cables necesarios.
Sí, los cables, muy importante, porque con los miles de aparatitos que tenemos ahora (Dvd, Imagenio, Multimedia...), los cables ya son un apéndice notable a considerar.
Y hasta te configuran los canales. Sintonización automática y luego a editar, vamos, a ordenarlos.
Y se te ocurre, sentarte en el sofá para ver cómo lo hacen.
La tele tiene lógicamente también TDT integrada, son como unos 50 canales, y te pones a ver cómo te los ordenan: La1, La2, TV3, Cuatro, Telecinco, Antena3, LaSexta, y seguido... Esport3, Teledeporte, MarcaTV...
- ¿Pero este tío me a visto a mí, cara de fofora del fútbol?, ¿50 canales y me prioriza éstos? -piensas pero le dices sútilmente- No se preocupe, que ya los ordenaré yo.
- No importa, que mientras me acabo la cerveza se lo dejo hecho -me dice, porque eso sí, les ofrecí unas cervecitas por el tiempo que habían tenido que esperarme en la puerta de casa.
Evidentemente, en salir ellos por la puerta, te agencias del super mando nuevo, y vuelves a editar otra vez todos los canales. Y vas pensando, que después de dos semanas sin tele, esto va a ser ahora una gozada. Cenarás pronto... pondrás un pizza en el horno, que con todo el show no habías ni tenido tiempo de comer... y a disfrutar...
Pero el planazo se aguó, y nunca mejor dicho.
Cayó un tormentazo de narices.
Acabando... Sin Luz... Sin horno... Sin pizza... Con una cuchara en una mano y un yogurt en la otra.
Dos velas... La linterna-frontal puesta, a lo minero... Y mirando la lluvia caer... Con una sonrisa... Pensando en algunas ironías de la vida.
¿Y la tele nueva?
¡Pues fabulosa!... ¡Monísima!... Desconectada de red y antena.
¡Pues fabulosa!... ¡Monísima!... Desconectada de red y antena.